Aquel tres de septiembre de 1949 en el área rural de Villa Domínguez, un pequeño pueblito entrerriano, nacía un gran jugador y mejor entrenador,  José Néstor Pekerman.

Tres meses pasaron de su primer llanto en el hospital,  cuando sus padres decidieron moverse a Puerto Ibicuy en los albores del Paraná. Allí vivió sus primeros siete años de vida ayudando a Oscar y Raquel vendiendo helados para ganarse unos mangos. Tiempo después se mudó a la capital de la Argentina.

Ese volante escurridizo debutaría a sus escasas 20 primaveras, un 12 de julio del 1970 en Argentinos Juniors. Once meses tuvieron que pasar para  que “Polvorita” consiguiera su primer grito sagrado con la camiseta del «Bicho».

En el 1974 decidió continuar con su carrera en las tierras tropicales de Colombia para defender los colores del DIM. Luego de cuatro años de su estadía en el club antioqueño sufrió una lesión que lo obligaría a dejar el verde césped a la temprana edad de 28 años.

Lejos del terreno de juego, gambeteaba la vida en un R12 transportando a las personas de un lugar a otro.  En el más duro de los partidos que es la vida misma, además de conducir el taxi, repartía pizzas y garrafas.

Esa no era su vida, a él le gusta el fútbol. Razón por la cual decidió realizar el curso de dirección técnica en el año 1981. Con título en mano, volvió al club que lo vio nacer, el cual lo recibió con los brazos abiertos nombrándolo DT de  inferiores. Él respondió con creces otorgándole nueve campeonatos en nueve años. Este rendimiento  y otros le valieron el llamado de Julio Grondona, para que, en 1994, consiguiera el puesto de seleccionador juvenil de Argentina. Con la Sub20 obtuvo el bicampeonato mundial. Este mérito fue suficiente para que, luego de la renuncia de Marcelo Bielsa, tomara las riendas de la selección mayor en 2004.

Por : Bazán Facundo, Constantino Tomas, Quiroga Juan, Arias Nahuel,  Rios Emanuel , Romero Martin

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